lunes, 2 de diciembre de 2013

Fructificación y Riego

Fructificación

    El año en que la vid fructifique por primera vez (vid de tres años), sólo se deben dejar fructificar dos o tres racimos. Al año siguiente, cuatro o cinco y, de ahí en adelante, siempre que la planta crezca sana y vigoro sa de manera que sea capaz de sostener todo el peso, se puede dejar toda la producción.




Riego y alimentación

    En febrero, abone las plantas con el fertilizante Growmore, en una proporción de 66 g/m2, y con sulfato de potasio (15 g/m2). Aplique ambos productos a cada lado de la hilera, cubriendo una franja de 30 cm de anchura a cada lado. Si el suelo es poco profundo, coloque en primave ra una capa de compost de setas, turba y abono bien descompuesto, o bien de compost de jardín, de unos 5 cm de espesor. La vid tiende a su frir carencia de magnesio, hecho que se manifiesta a veces por el color amarillento de sus hojas en verano, y que no debe confundirse con la clorosis, derivada de las condicioanes alcalinas del suelo. Si aparecen síntomas de escasez de magnesio, rocíe las hojas con una solución de 220 g de sulfato de magnesio en 11 litros de agua, a la que se le añaden algunas gotas de detergente de poca concentración, y repita esta opera?ción catorce días después. A partir de ese momento, aplique el sulfato de magnesio a la copa, en una proporción de 66 g/m2.

    El cultivo de uva de mesa dará mejores rendimientos si se fertilizan las plantas con líquidos ricos en potasio durante la etapa de desarrollo. Aplique el fertilizante una vez cada quince días, desde el momento en que empiecen a formarse las bayas hasta que empiecen a madurar. Ge neralmente, la vid bien implantada soporta sin problemas la sequía, ex cepto en suelos muy áridos. Sin embargo, resulta aconsejable regarla en caso de sequía.

Sergio Ramos

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